Desde los ocho años se dio cuenta que le gustaban los hombres. A esa edad tuvo su primera relación sexual, su acompañante fue un primo. “Miguel” ahora tiene 17 años. Viste como hombre, pero desearía haber nacido mujer.
Cuando nació Miguel, sus padres lo regalaron a unos tíos, a los cuales Miguel los considera como padres, aunque ellos no acepten el cambio de su sexualidad.
“Mi papá me castigaba para que yo dejara de ser homosexual, pero eso nunca funcionó”, señala. Cuando va a Guayaquil, cumple su sueño de vestirse como mujer. “Allá las cosas son diferentes” y sus amigos homosexuales lo aceptan como es, dice.
“Anota, anota quiero que todos lean mi vida”, dice acomodando su cuerpo en un colchón puesto en el suelo. Cuando sea mayor de edad, aspira trabajar, irse lejos y ser una artista muy famosa.
Hace dos meses, Miguel vive solo. Sus padres le compraron una casa en La Revancha, porque según ellos, lejos de la ciudad, él puede cambiar. La noche es dura para Miguel, cocinar y arreglar la casa es lo de menos, lo que más le duele es verse solo.
Usa ropa de su hermana
En la pasta de los cuadernos está su nombre: “Michael Katherine”, así dice llamarse. Su vestimenta siempre deja a relucir su ombligo. Pinta sus labios, uñas y párpados. Utiliza boinas, siempre combinando los colores del resto de la ropa. Tiene 12 años y no le gustan los de su edad, él prefiere “hombres grandes”, dice. Vestir como “niña” lo logra a través de la ropa de su hermana menor.
Se retiró de una escuela de la Leonidas Proaño donde estudiaba, según su madre porque no lo dejaban asistir a clases por ser gay.
Cuando crezca, Michael aspira trabajar en una peluquería. Antes vendía caramelos ahora sólo anda por ahí, jugando con sus amigas del barrio.
“Nacen y se hacen”
Patricio Rentería, agente de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN), señala que cuando se encuentran con niños de este tipo deambulando en las calles, derivan el caso a las fundaciones especializadas y también imparten charlas de educación sexual en las escuelas. Durante el 2008 la DINAPEN no encontró casos similares.
Para la trabajadora social Judith Ponce, el cambio de sexo puede darse desde el nacimiento o puede producirse por algún trastorno desde la niñez y adolescencia.
“Las violaciones o maltratos, son muchas de las razones que provocan trastornos en los niños, muchas veces suele presentarse con violencia, cambio de sexo, deficiencia académica, entre otros”, señala.
Ponce asegura que con castigos o encierros, no se consigue nada. “A las personas no se las puede cambiar y lo mejor es acudir a profesionales”, señala.
Fue violado
Según Ponce la mayoría de los niños que son gays desde pequeños, son “escondidos” por sus padres para evitar contacto con la sociedad.
Este es el caso de “Luis”, un niño que a los cuatro años fue violado por un familiar y ahora según su madre, está presentando cambios sexuales.
Luis tiene siete años. A escondidas de su mamá se pinta los labios. En la Navidad pasada, Luis le pidió a su mamá que le comprara una cartera para guardar sus cosas. Esto alarmó a su mamá, quien señala resignada que después de algunos años su hijo se “convertirá” en una mujer.
Datos
Ayuda
La fundación Río Manta y el departamento de Salud Mental del hospital Rodríguez Zambrano, brindan ayuda psicológica a los padre y menores para este tipo de casos.
Cifra
Su estómago rechaza todo tipo de comidas. Una de las cosas que más extraña es comer ceviche de concha. La ansiedad “la mata”.
Un día antes de cumplir 41 años, se enteró que tenía cáncer al estómago. Fue el 16 de noviembre del 2007, cuando un doctor le dijo que su estómago no servía. Para ella fue el peor “regalo de cumpleaños” que pudo recibir.
Para contar su historia, Mélida Sánchez lanza un suspiro al aire y con una discreta sonrisa en su boca dice, “fue a mediados del 2001”. Los dolores de estómago la tenían mal. Podía comer cualquier cosa y no “sentía nada”. Se hizo atender de varios médicos manabitas y para ese entonces ya le había practicado seis cirugías: extracción de un tumor en la cabeza, senos y cuatro en el estómago. Estaba cansada de tantas operaciones y todavía no daban con su enfermedad.
Clínica Soria.
Recuerda perfectamente el día en que su vida tomó otro rumbo. Fue en Semana Santa, estaba viendo una película religiosa en la sala de su casa. En lo comerciales vio un catálogo en la pantalla que decía “especialistas en todo tipo de cáncer”. Anotó los números y desde ahí, se puso como meta eliminar los días contados.
Fue en la Fundación Jenifer Lissete, asociada a la clínica Soria en Guayaquil, donde entregó todas sus esperanzas. Se puso en las manos del doctor Jack Soria, especialista en cáncer estomacal.
Inició un nuevo tratamiento para su estómago. Un día de junio del 2007, descubrió su piel se comenzó a salir como la escama al pescado. En ese entonces pesaba 65 libras. Sólo agua hirviendo le podía calmar el dolor. Desde entonces la avena quaker hace el papel de jabón y utiliza un shampoo especial.
Le escribió a Correa
“Quisiera equivocarme Dios mío”, fueron las palabras que le dijo Soria antes de realizarle el último examen, Mélida ya sospechaba lo que iba a pasar. Llegó el día de los resultados. La bacteria del Helicobacter Pylori, (agente causal de úlcera y cánceres estomacales). Permaneció cinco días en coma y cuando despertó le comunicaron que su estómago no servía y había que hacerle una reconstrucción.
Serían cinco trasplantes de célula madre –investigación realizada por la clínica Soria- la posible solución para el cáncer. Los doctores Soria le ofrecieron ayuda en las intervenciones quirúrgicas, pero su sueldo de 150 dólares, como inspectora en un colegio de Montecristi, no le iba a abastecer para los gastos médicos.
Entonces decidió enviarle una carta al presidente Rafael Correa. Después de explicarle su problema y solicitarle ayuda, terminó con la siguiente frase: “Felicidades en esta Navidad y que Dios lo colme de bendiciones”. La ansiosa respuesta del mandatario le llegó en tres días; por orden de la presidencia le iban a costear los gastos de exámenes y atención por medio del INNFA de Manabí y del Instituto Bacteriológico Izquieta Pérez de Manta.
Por medio camino
Mélida aceptó que su cuerpo sirviera de experimento para saber si funcionaba el trasplante de la cédula madre. Son cinco en total y ya se ha realizado dos. “Voy por medio camino, pero estoy tranquila, me siento curada, creo en Dios y eso me salva”, señala. Ahora pesa 110 libras.
Las fechas para los otros tres trasplantes están programadas; 8 de febrero del 2009, 19 de agosto del 2009 y el 8 de febrero del 2010.
Mélida tiene un hijo de 16 años. Vive en Santo Domingo, quien le manda “cartas hermosas” y le da ánimos de seguir. Todos en su familia la apoyan.
Cada trasplante dura dos horas. Después de cerrar los ojos y que le duerman el cuerpo por día y medio, lo único que espera es poder despertar.
Datos:
Las personas que quieran saber más información sobre el cáncer pueden ingresar a la página Http: //cancer.gov
También se pueden solicitar por teléfono llamando gratuitamente al Servicio de Información del Cáncer al 1- 800-4-CANCER (1-800-422-6237).
Según investigaciones, en Estados Unidos, cada año se establece el diagnóstico de
cáncer gástrico en más de 20.000 personas. Este es el país con más índice de este tipo de cáncer.Cifras
39 tumores
El 24 de enero del 2003 le extirparon 24 tumores en el estómago y el 8 de febrero del mismo año 15 tumores que tenía en el colon.
El Helicobacter pylori afecta al 50 % de la población mundial. En Ecuador el tratamiento cura está valorado en 65 mil dólares.
1.465 FALLECIMIENTOSa causa del cáncer de estómago (noveno puesto) se registraron en el país en el 2003, según el último reporte del INEC de las diez principales causas de mortalidad.
Recuadro
“Ya nadie debe morir de cáncer”
Los doctores Soria aseguran tener la cura para el cáncer de estómago. Los investigadores Raúl y Jack Soria determinaron que esto puede ser posible, debido al transplante de cédula madre adulta de médula ósea, investigación que desarrollaron durante 21 años. Perfeccionaron la tecnología de transplante en 18 pacientes y aseguran que una vez que termine el proceso el cáncer desaparece.“Nuestra tecnología es aplicada al tubo digestivo y es el primer estudio realizado en Ecuador y en el mundo con trasplantes de médula ósea”, precisó Jack Soria.En la Unidad de Endoscopía Digestiva y Transplante de Cédula Madre de Clínica Soria y Fundación Jennifer Lissete, ofrecen conferencias a nivel nacional, para educar y difundir al país de esta nueva esperanza científica ecuatoriana. En Manta, entre enero y febrero los doctores vendrán a realizar algunas charlas.