Introducción.
La modernidad es un proceso que se comienza a vivir en el mundo a partir del siglo XVI. Es ese primer momento en la historia donde el conocimiento teórico y el conocimiento experto se retroalimenta sobre la sociedad para transformar a la sociedad como al conocimiento. Filosóficamente, la modernidad implica la emergencia de la noción de "Hombre" como fundamento de todo conocimiento del mundo, separado de lo natural y lo divino (Foucault 1973, Heidegger 1977).
Antes de que el Imperio se posesionara del mundo, las religiones de la misma manera, han tenido bajo su mando decenas de pueblos. El poder que tienen, o tenían marcadamente en el siglo XVII limitó el crecimiento de muchos países dejándolos en la ignorancia tanto que ni siquiera podían leer lo que estaba escrito en la Biblia, sometiéndolos así, a seguir lo que para ellos eran las leyes. Esta teoría se puede ver reflejada en países como España donde en la actualidad, todavía hay rastros sobre el peso de las religiones y no así en Dinamarca, uno de los países que siguió con más apunte la teología de la Reforma.
Nace la reforma
La historia de la Teología de la Reforma inicia cuando varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en la Europa Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones del dominio sobre toda la cristiandad. A este movimiento religioso se lo denominó Reforma Protestante, por ser un intento de reformar la Iglesia Cristiana buscando la revitalización del cristianismo primitivo y que fue apoyado políticamente por un importante grupo de príncipes y monarcas que "protestaron" contra la decisión de su emperador.
Esta protesta se basó principalmente en querer desligarse de las creencias y el pensamiento medieval que ponía a Dios en el centro de todo. Este grupo no aceptaba la idea de un Ser superior, más bien ponían todo el interés en el ser humano, el cual, a partir de su razón era capaz de progresar y realizar lo que se propusiera por sus propios medios.
Este movimiento comenzó con la predicación del sacerdote católico Martín Lutero, uno de los principales personajes de la modernidad que revisó las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En particular, rechazó el complejo sistema sacramental de la Iglesia Católica medieval.
La Reforma Protestante dependió del apoyo de algunas autoridades civiles para poder reformar iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente iglesias nacionales). Juan Calvino también fue parte de esta protesta, creando así un catolicismo más individualista.
Este protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles que actualmente supera los quinientos millones y que se expande rápidamente en América Latina, Asia y África.
Cambios que marcaron el modernismo
Más allá de las 90 tesis que presentó Lutero sobre la teología de la Reforma marcando los cambios que trajo consigo la modernidad, vale enfatizar que ésta también influyó en la ciencia, tecnología, política, economía, en la sociedad y también en la cultura la modernidad se hizo presente, tratando de romper con todo lo establecido y así crear algo completamente nuevo, que ponía esta vez al hombre en el centro de todo.
En nuestro siglo el vocablo modernidad es empleado también para designar a la nueva fase del capitalismo que se inicia alrededor de la década de los 20 y termina hacia la de los 80, así como las múltiples y rápidas transformaciones como un desarrollo sin precedentes de la técnica y la ciencia. Otro fenómeno que aparece con la modernidad es la famosa globalización, también la revolución industrial estuvo ligada en cuanto a las consecuencias de esta teoría.
¿Vocación? ¿Trabajo? ¿Ministerio?
El luteranismo contribuyó a extender la idea del trabajo como profesión y a convertirlo en una actividad prestigiosa y en lo absoluto vergonzante como estaba marcado antes del siglo XVI. Para esto debemos tener en cuenta que en la Edad Moderna la ostentación de lujos era una necesidad básica para la nobleza, que conseguía distinguirse dentro de los hombres, de los cuales poseían un estatus de privilegio. El lujo era una forma de marcar las distancias y justificar así esos privilegios. Desde entonces el trabajo está enfocado hacia una comprensión de los cambios más importantes del Renacimiento, así como comprender los pasos que ha dado el hombre hacia su emancipación y la comprensión del mundo a partir de que se distingue por sí mismo de entre los demás individuos, como miembro de una sociedad moderna. Sin el Renacimiento no se hubiesen podido dar estos cambios radicales. El trabajo abarca únicamente los aspectos más relevantes de la historia moderna en Occidente, sin tomar en cuenta a América Latina.
En esta materia la lógica de Lutero sigue siendo tan sencilla como poderosa: sea donde sea, y se haga lo que se haga, si el trabajo se hace con amor para Dios y con la conciencia de servir al necesitado, éste no tan solo dignifica al que lo ejecuta, sino que además se transforma en un acto de adoración concreta.
Max Weber hace la observación de que los calvinistas no hacían ostentación de sus riquezas, gastándolas en tierras u objetos de lujo sino al contrario (todos vestían de forma modesta) y los beneficios los reinvertían continuamente generando así un círculo virtuoso, convirtiendo en pocas generaciones un pequeño negocio familiar en una próspera empresa. «El católico es más tranquilo; dotado de menor impulso adquisitivo, prefiere una vida bien asegurada aun a cambio de obtener menores ingresos, a una vida de continuo peligro y exaltación, por la eventual exaltación de honores y riquezas. "Comer bien o dormir tranquilo", dice el refrán; pues bien, en tal caso, el protestante opta por comer bien, mientras que el católico prefiere dormir tranquilamente.» Weber (1999:34)
La reforma protestante y sobre todo el agregado "calvinista de la predestinación", es una más de las "construcciones sociales" que han fortalecido la desigualdad en el mundo. Una de las más grandes genialidades del hombre en el universo; atribuir a la pobreza la predestinación y dividir al hombre entre salvos y condenados por naturaleza, y a esta falacia, darle la categoría de racional, con lo cual, el supuesto no admite refutación y más bien, se eleva al grado de universal.
Como en las diferentes evoluciones que ha tenido el significado de la palabra trabajo, la idea de modernidad funcionó en su momento pero llegó un tiempo en que las cosas se escaparon de las manos, esto por varias razones, la sociedad fue evolucionando, los ideales que se tenían en un principio no dieron el fruto esperado y el progreso finalmente siguió una dirección que tampoco se había considerado. Es así como los pensadores más contemporáneos tienen una visión cada vez más crítica de la modernidad, llegando incluso a afirmar que este proceso simplemente habría llegado a su fin con la postmodernidad, tema que abarcaría otro enyaso.
BIBLIOGRAFÍA
Weber Max; Ética protestante y el espíritu capitalista; Editorial, 1999, pag 34.
Larraín, Jorge; Modernidad, Razón e Identidad en América Latina; Editorial Andrés Bello, Santiago, 1996, pag 40
LINKS
La modernidad del siglo XX
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras23/notas/notas.html
Descripción de la ética protestante
http://es.wikipedia.org/wiki/La_%C3%A9tica_protestante_y_el_esp%C3%ADritu_del_capitalismo
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